Celia en la revolución

Novelas históricas
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Mediana
Biblioteca: 
Biblioteca de La Rioja
Signatura-: 
CL-0194

Celia en la revolución. Elena Fortún ; introducción de Marisol Dorao ; prólogo de Andrés Trapiello. Renacimiento, 2016. 344 páginas.


Encarnación Aragoneses Urquijo, nacida en una familia de la pequeña burguesía madrileña, recibe la educación limitada habitual para las mujeres de la época. Se casa en 1906 con Eusebio de Gorbea y Urquijo, militar apasionado por el teatro. Después de una primera etapa de madre de familia, conoce en los años veinte a María Lejárraga y empieza a participar en la vida social y cultural. Esta participación en la vida asociativa coincide con sus primeras colaboraciones en la prensa.
Encarnación Aragoneses es un miembro activo y entusiasta del Lyceum Club, considerado como fundamental para el feminismo español y la educación de las mujeres. Desde 1928 trabajará en el suplemento Gente Menuda de ABC, donde Encarnación crea diferentes personajes, entre los cuales sobresale el personaje de Celia. Elige entonces su seudónimo, Elena Fortún. Siguen unos años de colaboraciones para la prensa durante los cuales sus creaciones se hacen populares. En paralelo, Elena Fortún frecuenta asiduamente la Residencia de Señoritas y prolonga su formación intelectual y artística. En 1929 firma un contrato con el editor Manuel Aguilar, deseoso de desarrollar en España la edición para los niños. Se editan en volúmenes las aventuras de Celia.
Elena Fortún acoge con entusiasmo la Segunda República y la política cultural que ésta defiende. Durante la Guerra Civil escribe para la prensa republicana (revista Crónica) y recorre el país para presentar y defender la acción social y educativa del Gobierno.  En 1939 se refugia en Francia, donde se reúne con su esposo, que ha permanecido fiel a la República y se marchan en el otoño de 1939 hacia Buenos Aires, donde varios amigos de la pareja se han exiliado.
Desde 1939 hasta 1948, Elena Fortún trabaja en la Administración y escribe en la prensa argentina. Después del suicidio de su esposo, vuelve definitivamente a España, donde sus obras, anteriores a la guerra o más recientes, siguen obteniendo un gran éxito. En sus últimos años, prolonga la saga de Celia y crea nuevos personajes.
Su personaje más famoso, Celia, después de los volúmenes de infancia de los años veinte, regresa como muchacha en 1939, e incluso se casa en 1947. Con este personaje de niña de la burguesía madrileña, Elena Fortún renueva la literatura infantil española, junto a otros autores contemporáneos (Antoniorrobles, Bartolozzi). Introduce en esta literatura un realismo lleno de humor en el que lo maravilloso guarda una función específica. Las obras anteriores a la Guerra Civil dan una visión de la sociedad española desde el final de los años veinte hasta los años treinta, con ciertos ribetes de crítica social y una ironía constante hacia los tópicos, sociales o lingüísticos. Alcanzó un nuevo reconocimiento con la emisión de la serie producida por TVE.